Interesantes y entretenidos experimentos, charlas y actividades dieron vida a la Giornata della Matematica, la Fisica e l’Informatica que se celebró, por primera vez, esta semana en la Scuola. Gracias a la organización del Departamento de Matemática, Física e Informática, los estudiantes de ambas sedes tuvieron un día dedicado a descubrir y apreciar cómo estas disciplinas están presentes en todo lo que nos rodea.
Para dar inicio a esta giornata, Claudia Barbagelata, Direttrice de la sede Valparaíso, se refirió a la presencia de las matemáticas en la vida cotidiana. En sus palabras: «C’è matematica… quando date metà del vostro panino con formaggio a un amico, quando guardate un paio di pantaloni e sapete che vi staranno larghi, quando scendete di corsa le scale della scuola, quando guardate la batteria del cellulare e capite quanto tempo potete continuare a usarlo senza ricaricarlo, quando giocate a basket, a scacchi o saltate la corda, quando la mamma accelera perché siete in ritardo via la Scuola, quando nuotate in piscina. E il miglior esercizio di calcolo: quando preparate la valigia per il viaggio di Studio in Italia…».
Por su parte, Marión Gajardo, Direttrice de la sede Viña del Mar, relevó la importancia de celebrar este día en la Scuola: «Hoy nos reunimos para mirar estas disciplinas desde una nueva perspectiva, diferente a las clases tradicionales, a través del juego y la experimentación. Es un día sin cuaderno y sin pizarra, lleno de diversas formas de aprendizaje. No es un día sin clases, sino una jornada de clases magistrales, con expertos en el área de matemáticas, la física y la informática, con muestras experimentales con talleres, con juegos y concursos, que esperamos que les dejen aprendizajes tan valiosos como las propias clases tradicionales y que quede en sus memorias con el impacto y atractivo que suponen», expresó.
La jornada contó con distintas actividades: un bingo con ejercicios matemáticos, una entretenida yincana y sesiones en las que los estudiantes pudieron aprender a hacer figuras de origami. Los alumnos y alumnas también tuvieron la oportunidad de visitar una entretenida feria, a cargo de representantes de la PUCV, USM y la UV, en la que pudieron participar de forma activa en los distintos experimentos y ver de forma concreta procesos científicos que ocurren de manera cotidiana.
También contamos con la participación de destacados invitados que compartieron sus conocimientos desde distintas y variadas especialidades:
-Sandra Cano, docente PUCV, ingeniera en Electrónica y doctora en Ciencia de la Electrónica: Robots en tu vida: del aula a Marte.
-Romina Menares, doctora en Didáctica de la matemática y académica Universidad de Valparaíso: La carrera del veinte y Qué hace la calculadora para descubrir el logaritmo.
-Gustavo Pulgar, magíster y doctor (c), académico de la USM: Física experimental.
-Carlos Vásquez, doctor en Matemáticas y académico del Instituto de Matemáticas PUCV.
-Josefa Ortiz, estudiante de último año de pregrado de la carrera de Licenciatura en Astrofísica, de la USM: Agujeros negros.
-Felipe Ahumada, estudiante de Magíster en Física, especialización en Cosmología, de la Universidad de Valparaíso.
Por su parte, los estudiantes de IV Medio presentaron la obra La vita di Galileo, una obra teatral acerca de la vida de Galileo Galilei, considerado el padre de la ciencia moderna. A través de una puesta en escena creativa y dinámica, compartieron con los cursos más pequeños acerca del legado de este importante científico, mostrando cómo sus descubrimientos transformaron la forma de entender el universo.
Agradecemos a todos los que participaron con entusiasmo en esta jornada, especialmente a nuestros expositores e invitados, quienes permitieron acercar estas disciplinas a los estudiantes de forma lúdica y concreta.
Por último, felicitamos y agradecemos al Departamento de Matemáticas, Física e Informática por la planificación y arduo trabajo para hacer posible este día especial, y así despertar la curiosidad y el interés por la ciencia en nuestros estudiantes.Complimenti!
Los prodigios del diez
Si hablo como matemático
el diez no es muy especial;
es un número normal,
no es único ni enigmático.
Pero sí hay algo emblemático
que tiene el número diez:
y es eso que ya sabés
que es que en los seres humanos
hay diez dedos en las manos
y diez dedos en los pies.
En un momento secreto
de la historia alguien lejano
asoció un gesto en sus manos
a una cantidad de objetos.
Desde ese día concreto
en que se inventó contar
el diez tomó su lugar
como un número importante;
pero duraría un instante
hasta empezar a fallar.
Porque si solo tenés
diez dedos que utilizar
pronto dejan de alcanzar…
Y si te pasás, ¿qué hacés?
Bueno, hacé grupos de diez,
contá cuántos en total
y usá un nuevo decimal
para llevar esa cuenta:
el veinte, el treinta, el cuarenta,
esa es la idea central.
¿Pero y qué cuando llegamos
a los diez grupos de diez?
Ahora estamos otra vez
igual que cuando empezamos.
¿Cómo contabilizamos
tener más de diez decenas
si tenemos solo apenas
diez símbolos para usar?
El truco ahora es contar
la cantidad de centenas.
Este es el método vivo
tan elegante y genial
que el sistema decimal
repite siempre consigo;
un esquema recursivo
que hace que el diez siempre baste.
Cuando pensás que llegaste
al fin de su mecanismo
no solo cuenta en sí mismo:
cuenta cuántos diez contaste.
El contar de diez en diez
conlleva otra consecuencia
que ya no causa la ciencia
sino nuestra sencillez:
que las potencias de diez
nos gustan más de lo usual.
Su notación decimal
es tan simple y tan sucinta
que un número de esta pinta
nos resulta excepcional.
Por eso estamos sesgados
a usar el mil y el diez mil
(discriminación pueril,
pero así nos han criado).
Números más celebrados
que se sienten más enteros:
no hay nada más placentero,
no hay nada más oportuno
que un número que es un uno
seguido de muchos ceros.
Y es que el diez se fue infiltrando
hasta en esta poesía.
Escuchá esta analogía
con lo que te estoy contando:
la estrofa que estoy usando,
quizás la viste en la escuela,
es la décima espinela:
diez versos bien encajados,
uno a otro encadenados
como saltos de rayuela.
Versos escritos por el argentino Teo López Puccio, leídos por Adolfo Toloza, jefe del Departamento de Matemática, Física e Informática.











